Alfa
Romeo
La
sociedad Anonima Lombarda Fabrica Automobili, A.L.F.A.,
se constituyó en 1910 en el polígono industrial
que construyó Alessandro Darracq en Portello, Milán,
en 1907. A las órdenes del Cavalieri Ugo Stella,
Alfa Romeo produjo una serie de modelos que lograron en
muy poco tiempo que la marca fuera competitiva en el mercado
y destacara por su rendimiento y manejabilidad: el 24
HP, que fue el primer auto que realmente se pudo llamar
ALFA, y los distintos modelos que se derivaron del mismo,
como los modelos 40-60 HP, que disponían de motores
más potentes.
Alfa
Romeo volvió a embarcarse en el mundo de las competiciones,
que se había detenido en 1915 cuando la compañía
se dedicó a producir material bélico, y
pasó a formar parte de una corporación empresarial
que presidía Nicola Romeo. En 1919, cuando terminó
la guerra, volvieron a fabricarse autos de producción
y en 1920 se fabricó el primer auto con el logotipo
de Alfa Romeo: el Torpedo 20-30 HP. Y vuelta a las competiciones.
En
los años veinte, la compañía atravesó
otra crisis relacionada con su principal accionista, la
Banca Italiana di Sconto. De hecho, en 1927 se llegó
incluso a barajar la idea de cerrarla. Pero la fama que
se había labrado Alfa Romeo tanto en Italia como
en el extranjero hacía impensable la desaparición
de la compañía. La marcha de Nicola Romeo
en 1928 coincidió con la llegada de los autos de
seis cilindros, más ligeros, rápidos y temperamentales.
Conducir se convirtió en una pasión y en
un auténtico símbolo de estatus. Se comenzó
a fabricar en masa y en 1929 nació la Escudería
Ferrari, exclusivamente dedicada a las competiciones.
A finales
de1932, Alfa Romeo volvió a cambiar de manos. Fue
la última hasta su adquisición por parte
de Fiat muchos años después.
El
I.R.I. (Instituto para la Reconstrucción Industrial)
adquirió Alfa, que anunció su retirada del
mundo de la competición. En lugar de bajo el trébol,
los rojos de Milán siguieron compitiendo bajo la
bandera del caballo rampante de Ferrari, que representaba
a Alfa Romeo en las competiciones. A las órdenes
de Gobbato, se modernizaron las plantas, se introdujo
la producción en masa y se comenzaron a fabricar
camiones y autobuses. En la segunda mitad de los años
treinta, la compañía atravesó uno
de sus mejores momentos. Continuó participando
en eventos deportivos. En 1937, Gioacchino Colombo sustituyó
a Vittorio Jano y en 1938 se creó la Escudería
Alfa Romeo. La faceta deportiva se vio influida por el
clima político y las sanciones: Mussolini prohibió
a los pilotos italianos competir en Francia y en 1939
no se celebraron las Mille Miglia. Se intensificó
la producción de motores para aviones y se comenzaron
las obras de una nueva fábrica en Pomigliano d´Arco.
Cuando
Italia entró en guerra, Alfa Romeo tropezó
con todo tipo de problemas de organización. Cada
vez resultaba más difícil encontrar proveedores
y sus fábricas fueron bombardeadas en tres ocasiones,
en 1940, 1943 y en 1944. Tras el último bombardeo,
se detuvo prácticamente toda la actividad de fabricación
en Portello. En 1945, la producción se reanudó
paulatinamente y se fabricaron motores para barcos y aviones
e incluso cocinas eléctricas, modernas y originales.
También se retomó la fabricación
de autos, como el atractivo 6C 2500 y el inoxidable 158
que en 1950 se convirtió en el 159, con unos cuantos
cambios externos e importantes mejoras en el motor. Alfa
Romeo había superado el trauma de la guerra y la
victoria de Biondetti en las Mille Miglia se convirtió
en el símbolo más firme de su renacimiento.
La compañía volvió a desempeñar
un papel decisivo y fabricó autos al máximo
de su capacidad, así como una serie de modelos
de edición especial del 2500, con carrocería
de Pininfarina y Touring. En 1950, Alfa Romeo dio un giro
de 180 grados tanto industrial como deportivo.
En
los años cincuenta, Alfa Romeo se dedicó
en cuerpo y alma a los autos de producción. La
compañía se había marcado un doble
objetivo: establecer la producción en cadena y
rentabilizar sus éxitos en el terreno deportivo
proporcionando productos con un rendimiento muy elevado.
Fue un período de una creatividad tan intensa como
acertada. El 1900 logró satisfacer a un mercado
cada vez más exigente, mientras que el "escuadrón"
de los 159 se hizo invencible y ganó el Campeonato
del Mundo en 1950 y 1951. Muchos italianos todavía
recuerdan el "panther" de la policía,
una versión del 1900, con su inconfundible uniforme
negro que Alfa Romeo vendió a las "Brigadas
Voladoras" de la dirección general de la policía
italiana a partir de 1953. Pero la joya más preciada
de la compañía fue el Giulietta Sprint.
En estos años se inició una tendencia que
continuaría en el futuro: la colaboración
entre centros de diseño de interiores y diseñadores
de carrocería. Los autos que se siguen produciendo
llevan el marchamo de "Fabricado en Italia".
El estilo de Alfa Romeo marcó tendencia: junto
a los autos de producción, también se fabricaron
ediciones limitadas de modelos únicos creados por
diseñadores de primera fila. En 1958, Alfa Romeo
firmó un contrato con Renault para construir el
sedán "Dauphine".
Alfa
Romeo dejó de fabricar los grandes sedán
y se centró en la fabricación de la gama
Giulietta. Así aparecieron dos versiones de gran
éxito: el SS, con cuerpo aerodinámico diseñado
por Bertone, y el sedán de carreras SZ con la típica
forma pastilla de jabón diseñado por Zagato.
En 1960 comenzaron las obras de construcción de
una nueva fábrica en Arese, que abrió sus
puertas en 1963. El primer auto que se fabricó
fue el Giulia, del que se vendieron más de un millón
de modelos en distintas versiones. En 1964 se creó
Autodelta a las órdenes de Carlo Chiti, que desarrolló
autos de carreras tanto inspirados en modelos de fabricación
como totalmente nuevos. Fueron años clave para
Alfa Romeo, ya que consolidó tanto su imagen como
su posición en el mercado. El Giulia GTA (Gran
Turismo Alleggerita) se fabricó especialmente con
puertas y capó de aluminio para participar en el
Campeonato de Turismos de 1965. Era un modelo nuevo que
sustituyó al spider. Está inspirado en las
características mecánicas del Giulia y el
cuerpo es de Pininfarina. Se trata del Duetto y su sorprendente
forma ovalada de hueso de sepia.
El
GTA destacaba en las competiciones de turismos, al igual
que el 33 en las competiciones de deportivos, y los autos
de producción se beneficiaron de estos éxitos
deportivos. Se construyó la fábrica Alfasud
en Pomigliano de Arco como parte del programa nacional
de industrialización del sur. En 1970, Autodelta
colaboró con McLaren para crear un motor 8V 3000
que se utilizaría en Formula 1. También
es el año del Montreal, el sueño de Bertone
para la Exposición Mundial de Canadá.
Los
años setenta fue una época de altibajos
para Alfa Romeo. Los problemas de gestión se alternaban
con los éxitos deportivos. Este período
estuvo condicionado por la situación económica
de la compañía, que no podía hacer
frente a la demanda del mercado. Además, se enfrentaba
a la crisis energética que se abatió sobre
el mundo. Sin embargo, los resultados que obtuvo en el
ámbito deportivo fueron muy gratificantes, como
por ejemplo la victoria en el Campeonato del Mundo de
Fabricantes en 1975 con el 33 TT 12, un éxito que
se repitió en 1977. Luraghi se marchó de
Alfa Romeo en 1974 y con la llegada de Ettore Masaccesi
en 1978 se presentó el nuevo programa de reestructuración,
el segundo de este tipo después del que puso en
marcha Ugo Gobbato en los años treinta. Su objetivo
era introducir la compañía en las nuevas
realidades de la economía y del mercado.
Alfa
Romeo no pudo continuar su expansión al ritmo que
mantuvo durante el mandato de Luraghi y tampoco el joint
venture con el fabricante de autos japonés Nissan
(A.R.N.A.: Alfa Romeo Nissan Automobili) para fabricar
un nuevo auto dio los resultados que esperaban. En 1986,
Finmeccanica vendió Alfa Romeo al Grupo FIAT, que
lo incorporó a Lancia para formar un nuevo grupo
llamado Alfa Lancia S.p.A., que comenzó a funcionar
en 1989. Ese mismo año, el Centro Stile de Alfa
Romeo se trasladó al polígono industrial
de Arese: Adalberto dal Lago colaboró en el diseño
del edificio y utilizo criterios cuyo objetivo era fomentar
la creatividad así como una gestión racional
por parte del departamento operativo.
La
recuperación estaba al alcance de la mano: Se crearon
nuevas gamas Alfa Romeo y la compañía intentó
mantener su autonomía tecnológica, un factor
inherente a la tradición de sus productos y su
logotipo. En Formula 1, los años ochenta comenzaron
con una revolución en los motores turbo y, además,
comenzó a utilizarse la tecnología aeronáutica
a la hora de diseñar y construir autos.
Esta
década fue testigo del renacimiento de la compañía.
La fábrica de Pomigliano d’Arco fabricó
el 155, al que siguieron el 145 y el 146, mientras que
en Arese se crearon los flamantes y arrolladores Spider
y GTV. 1997 fue el año del 156, que fue elegido
auto del Año de 1998. En 1998 se lanzó el
166, el nuevo buque insignia de la compañía.
Lo que nos lleva hasta el año 2000, a las puertas
del tercer milenio y al 147, que fue galardonado con el
prestigioso título de auto del Año 2001.
Los
últimos capítulos de la historia de Alfa
Romeo están escritos en las carreteras de hoy en
día. Pero el espíritu deportivo que siempre
ha formado parte del ADN de Alfa Romeo vuelve a saltar
a la palestra con la próxima y esperada versión
GTA del Alfa 156 y el Sportwagen. La leyenda continúa.
Los
últimos capítulos de la historia de Alfa
Romeo están escritos en las carreteras de hoy en
día.
Comenzando
con la versión 5-puertas del Alfa 147, que ofrece
una gran versatilidad y un acceso cómodo.
El
2002 se dedicó por completo a los GTA, con los
modelos 156, Sportwagon y 147. El espíritu de Alfa
Romeo también está presente en las renovaciones
que se incorporaron en 2003 al Alfa 156, al 166, GTV y
al Spider, autos que hacen de la conducción todo
un placer sin olvidar la seguridad y el confort. Las estrellas
de 2004 han sido los dos últimos modelos de Alfa
Romeo: el audaz Alfa GT y el auto deportivo por excelencia,
el Alfa Crosswagon Q4.
Artículos de automoviles